¿Qué ven los chicos en Internet?

01 SEP 2022

Gracias al perfeccionamiento y a los algoritmos, hoy los motores de búsqueda saben exactamente qué mostrar, pero ¿hasta qué punto es bueno? ¿Quedan expuestos los chicos a contenidos inapropiados? 

Cuando consideramos a las enfermedades mentales en el ámbito del comportamiento online, nuestros pensamientos pueden virar hacia el ciberbullying, pero hay otra preocupación mucho más formidable de lo que podríamos darnos cuenta – el acceso. Los motores de búsqueda nos han dado acceso fácil a una mayor cantidad de fuentes, al parecer siempre nuevas, de contenido que tienen el potencial de ser aún más perjudiciales que el ciberbullying. Por supuesto que los motores de búsqueda, junto con las computadoras personales y el internet no son inherentemente malos, pero hay razones para ser cautelosos. Si bien hemos visto grandes saltos en su desarrollo y sus funciones, los usuarios de la tecnología ¿hemos entendido los riesgos asociados?

Paradójicamente, mientras una de las mayores áreas de progreso en la informática se relaciona a los algoritmos de los motores de búsqueda, algunas de las más grandes preocupaciones tienen sus raíces en ellos. Con un mayor uso de los motores de búsqueda, su diseño evolucionó en gran medida en torno al aprendizaje profundo, ubicación y un mayor poder de procesamiento de datos. Esta combinación los ha vuelto más poderosos, lo que facilita a los usuarios encontrar el contenido que solicitan. Sin embargo, también ha aumentado la posibilidad de que contenidos indeseados o dañinos aparezcan o sean solicitados y potencialmente perturben al usuario.

Primeros motores de búsqueda

Los primeros motores de búsqueda se construyeron en la década de 1990, luego de la exitosa propuesta de Tim Berners-Lee para la World Wide Web. La mayor parte de su desarrollo clave se realizó en los 90’, sin embargo, los motores de búsqueda modernos, como Google, ahora son auto-optimizados, con algoritmos sintonizados en tiempo real y mejoras diarias a la experiencia del usuario para adaptarse al usuario “moderno”.

Antes de que Google Search se convirtiera en el motor de búsqueda preferido, había otro gigante, Yahoo! Search. Fundada en 1994, Yahoo! Fue una de las pioneras de la web, ofreciendo un directorio jerárquico de sitios web organizados por categoría – el Directorio de Yahoo!. Al principio Yahoo! Search solo podía buscar en este directorio; luego, comenzó a utilizar su propio rastreador para buscar en la web y, más tarde, comenzó a presentar resultados de otros motores de búsqueda, como Google y Bing. Una de las razones por las que Yahoo tropezó fue porque priorizó sitios web antiguos y confiables en lugar de nuevos y más relevantes. Contrariamente, Google trajo contenido fresco a sus usuarios, haciéndose cada vez más popular.

Con el tiempo, los motores de búsqueda se han vuelto aún más sofisticados y elaborados y se han vuelto móviles. Los usuarios, muchos de ellos niños, tienen toda la web a disposición todo el tiempo. Esto también significa que el potencial para acceder o recibir contenido inapropiado o dañino es muy alto. Internet es un espacio expansivo que da a varios grupos y comunidades la oportunidad de reunirse y escalar su influencia para bien y para mal.

No es la biblioteca barrial

Una cosa puede llevar a la otra, y un niño, menor o incluso un adulto podría tropezar, atraer o ver deliberadamente contenido que podría ser dañino para ellos. Este es un tema que ha estado presente desde la creación de los primeros motores de búsqueda. Como un problema creciente, el contenido riesgoso está disponible en las redes sociales, foros en línea, sitios web y anuncios.

Devuelta a la evolución de los motores de búsqueda. Para servir mejor a los usuarios, los motores de búsqueda y las redes sociales comenzaron a utilizar la búsqueda predictiva y monetizarla; como tal, los algoritmos de los motores de búsqueda empezaron no solamente a localizar el contenido, sino también a sugerirlo. Las grandes plataformas sociales y las empresas de búsqueda emplean estos desarrollos para generar ganancias a través de anuncios (por ejemplo), pero también para “alimentar” a los usuarios con contenido que tiene el potencial de (artificialmente) ampliar sus intereses. De esta manera, el comportamiento de la búsqueda informa las páginas “para ti” o “sugeridas”. Esto puede ser particularmente problemático para los niños y adultos jóvenes, cuyos intereses y personalidades pueden no haberse formado aun plenamente.  Este patrón expone a los niños y sus intereses para la monetización inmediata y futura.

Cuando la “búsqueda” se vuelve personal

Los padres y los educadores deben ser conscientes de los peligros que esperan a los menores en línea y estar suficientemente educados como para ayudarlos. Para resaltar la correlación directa que existe entre la búsqueda basada en el comportamiento y los resultados proporcionados,  consideremos cuán fácilmente un video de “Lo que como en un día” puede llevarte a un foro en línea pro-ana (pro-anorexia), a un grupo de thinspiration (“motivadores para adelgazar”), incluso un hilo lleno de consejos para auto flagelarse u otro contenido explícito.

Los problemas sociales y la tecnología han evolucionado hasta el punto donde detenerlos es una tarea difícil. Los algoritmos trabajan incansablemente para traer a los usuarios contenido que calculan que pueden disfrutar e interactuar. Por lo tanto, debemos hacer todo lo que este en nuestro poder para proteger a los niños, a los menores y a nosotros mismos.

Este tema ha captado la atención no solo de los medios de comunicación populares, sino también de algunos gobiernos que reconocen el peligro que esto conlleva. La historia de Molly Russell fue una de las primeras en sacar a la luz el tema y hacer que la gente hable. A pesar de que las grandes plataformas de redes sociales se esfuerzan para proteger a sus usuarios, estos esfuerzos quedan detrás del rápido desarrollo de los negocios y la tecnología.

Algunos estados se han encargado ellos mismos de proteger a los más vulnerables. A principios de marzo de 2022, los legisladores del estado de Minnesota se propusieron aprobar una ley que prohibía a las plataformas de redes sociales el uso de algoritmos para sugerir contenido a cualquier persona menor de 18 años. Sin embargo, esta iniciativa ha encontrado oposición. Los grupos de lobby de la industria tecnológica afirman que aprobar el proyecto de ley violaría la Primera Enmienda, impidiendo que las empresas sugieran contenido útil a los usuarios, y requeriría que las empresas recopilaran más datos de sus usuarios. Otro argumento en contra es que la ley, por bien intencionada que sea, socavaría la elección de los padres y restringiría el acceso a tecnologías útiles.

Herramientas de prevención

Es natural que los niños quieran pasar tiempo en Internet, pero no deberían hacerlo sin supervisión. Una gran herramienta para ayudarlo a controlar el comportamiento de su hijo en línea es el Control Parental. Además de proporcionar límites sobre cuánto tiempo su hijo puede acceder a ciertas aplicaciones y sitios web, puede también bloquear tipos de contenido específico y URL’s para PC y dispositivos móviles por igual.

Una de las mejores características del Control Parental de ESET, incluido en ESET Smart Security Premium, es Web Guard (filtro web). Dado que los sitios web se pueden catalogar según las palabras clave, Web Guard bloquea las categorías que considera inapropiadas para el grupo de edad de su hijo.  Por supuesto, los sitios para adultos de pornografía y juegos de azar están bloqueados para todos los grupos de edad. Para los dispositivos Android, incluso hay una función de búsqueda segura que filtra los resultados del motor de búsqueda para que no tena que preocuparse de que los motores de búsqueda sugieran contenido inapropiado que su hijo no esté listo para ver. También puede hacer una lista negra manual de sitios web y aplicaciones que considere inapropiadas para su hijo. Lo mismo se aplica a los recursos apropiados de listas blancas.

Aunque comience a usar Control Parental, queda una tarea aún más importante: educarse sobre el contenido que está en la web y tener conversaciones regulares con sus hijos sobre el mundo en línea y fuera de línea. Hablar con sus hijos es una de las mejores herramientas que puede darles para protegerse.  La educación sobre cualquier tema debe comenzar en la familia, y eso es especialmente cierto para temas personales, privados y nuestra presencia en línea.

Los niños y los menores merecen ser tratados con respeto y educados sobre las decisiones que tomamos sobre o para ellos. Hablar con ellos sobre su comportamiento en línea puede hacerles sentir que estamos invadiendo su privacidad, así que sea sensible y asegúrese de que se sientan escuchados y entendidos.

Autora: Alžbeta Kovaľová, Abril de 2022

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