¿Cómo reaccionar ante un mensaje de odio y ciberhate?

06 DIC 2023

Internet ofrece mucho espacio para la inspiración y los debates de calidad; sin embargo, tanto tú como tus hijos pueden encontrarse con conductas inapropiadas, como el ciberodio, que es esencialmente una manifestación online del discurso de odio. Según el derecho internacional, ambas formas de comportamiento ofensivo se consideran delitos. ¿Cómo deben responder tus hijos si son testigos de discursos de odio o ciberodio, o si se convierten en víctimas de ellos? Esto es lo que recomienda la psicóloga infantil Jarmila Tomkova.

 

¿Cuáles son algunos de los tipos de comportamiento inadecuado?

Discurso de odio: La Red Internacional contra el Ciberodio define el discurso de odio como:

  • declaraciones públicas, ya sean intencionadas o no, discriminatorias y/o difamatorias;
  • incitación deliberada al odio y/o la violencia y/o la segregación basada en la raza, etnia, lengua, nacionalidad, color de piel, creencias religiosas o su ausencia, género, identidad de género, sexo, orientación sexual, creencias políticas, condición social, nacimiento, edad, salud mental o física, discapacidad, enfermedades reales o percibidas, de una persona o un grupo.

Ciberodio: discurso de odio expresado a través de medios electrónicos (por ejemplo, mensajes SMS). Si ocurre en Internet, se clasifica como discurso de odio online.

Acoso cibernético: UNICEF define el acoso cibernético como:

  • acoso por medio de las tecnologías digitales, incluyendo las redes sociales, las plataformas de mensajería, las plataformas de juegos y los teléfonos móviles;
  • comportamiento que se repite y que busca atemorizar, enfadar o humillar al destinatario;
  • a diferencia del discurso de odio, el acosador no discrimina a su víctima en función de su identidad, por lo que no todo el acoso cibernético se considera ciberodio.

Dar Me gusta, comentar, compartir

Internet constituye un vasto espacio donde los niños pueden desarrollarse y ampliar sus conocimientos. No obstante, también alberga sitios que difunden odio y propaganda. ¿Por qué sucede con tanta facilidad? Cuando las personas están online, su comportamiento difiere del mundo físico. Tienden a actuar impulsivamente y están sujetas al efecto de desinhibición. Están menos atentas a las normas sociales, lo que permite que la agresividad fluya con más facilidad. "Tenemos menos tacto entre nosotros, mucha menos inhibición y a menudo hacemos cosas con más intensidad en Internet", explica Jarmila Tomkova. Por lo tanto, es más probable que la gente participe en la difusión del odio cuando es online.

En el entorno digital, las personas también prestan menos atención al leer noticias. Todo transcurre a un ritmo acelerado, saturado de información y comentarios. Los usuarios de Internet no pueden tener un pensamiento crítico acerca de todo. Antes de enseñarles a tus hijos a manejar el ciberodio, explícales las particularidades del entorno online.

Dada la velocidad con la que la información se propaga en Internet, el ciberodio tiene un potencial dañino mayor que el discurso de odio offline, ya que puede llegar a más personas con más rapidez. "En general, el ciberodio puede causar daño en tres niveles: al individuo, al grupo al que pertenece la víctima y a la sociedad en su conjunto, al fomentar una cultura de odio e intolerancia", sugiere Tomkova. Las conductas clasificadas como ciberodio pueden acarrear graves consecuencias, desde multas económicas hasta penas de prisión.

 

Cómo responder al odio, tanto online como offline

 

¿Han experimentado tus hijos el discurso de odio en persona? Aconséjales que terminen la conversación con un hecho.

"Aunque no es aconsejable intensificar el conflicto, permanecer pasivo tampoco es la mejor opción", afirma la psicóloga infantil Jarmila Tomkova. Es fundamental que tus hijos aprendan a intervenir, contribuir a calmar la conversación y concluirla con un hecho. "Quienes propagan odio no admiten que la otra persona pueda tener razón ni aceptan opiniones diferentes", explica Tomkova. A veces, incluso los testigos se sienten amenazados y se suman al bando del más poderoso, normalmente el agresor. Explícales a tus hijos por qué deben evitar apoyar al agresor y, en su lugar, deben apoyar a la víctima.

Además, si tus hijos presencian un discurso de odio, pueden expresar su desacuerdo, por ejemplo, abandonando el lugar junto con la víctima. En algunos casos, pueden acompañar a la víctima a la comisaría. "Si yo, como testigo del odio offline, estoy dispuesto a acompañar a la víctima, eso la ayudará desde el punto de vista psicológico. Comprenderá que no es la única persona en pensar que ese comportamiento es inaceptable. Defender a alguien contribuye a construir una narrativa de apoyo y justicia", afirma Tomkova.

En términos generales, lo más importante es asegurarse de que la víctima no se sienta sola. Tus hijos pueden animar a la persona afectada, por ejemplo, dejándole un mensaje amable, respaldándola para compartir sus sentimientos con sus padres o guiándola hacia recursos seguros a los que acudir, como líneas de ayuda telefónica o la consulta con un psicólogo.

En la escuela, el incidente debe informarse primero a las autoridades educativas. La institución tiene la responsabilidad de combatir el acoso y el odio, garantizando la seguridad de los niños. A continuación, el profesor o el director deben ponerse en contacto con los padres y la policía. "Los niños pueden tener miedo de dirigirse ellos mismos a las autoridades. Por eso sugiero la implementación de buzones anónimos para denunciar estas situaciones", aconseja la psicóloga.

 Tres posibles estrategias para abordar el discurso de odio:

  1. No hacer nada: No es recomendable, pero al menos tu hijo no potenciará el mal.
  2. Contrarrestar el odio con odio: No es recomendable. Odiar al que odia apoya la narrativa del odio.
  3. Narrativa alternativa: Es la opción recomendable. Tu hijo puede expresar su desacuerdo con el odio e intentar cambiar el tono de la conversación, añadir un argumento basado en hechos y/o aligerar la situación con humor inteligente.

¿Tus hijos son testigos del odio cibernético? Asegúrate de que lo informen a los administradores del sitio.

Cuando tus hijos sean testigos de un caso de ciberodio, no deben compartirlo, darle "me gusta", ni responder con emojis. Estas acciones solo contribuyen a que el odio se extienda con mayor rapidez. En lugar de eso, deben optar por una narrativa alternativa si deciden interactuar, similar a como lo harían en la vida real, y considerar cerrar la conversación con un hecho objetivo. Comenta con tus hijos por qué no deben ignorar las situaciones que ven en Internet.

Pueden tomar capturas de pantalla del incidente de ciberodio y denunciarlo a los administradores de la plataforma. Cuantas más denuncias reciban, mayor será la probabilidad de que los administradores aborden el problema. Tus hijos también pueden bloquear al hater y explicarles a los administradores por qué lo hicieron. De todos modos, es importante tener en cuenta que los administradores pueden verse desbordados por múltiples peticiones similares y tardar en reaccionar. Por eso, si la situación es grave, también se recomienda denunciar el incidente a la policía.

¿Tus hijos son víctimas del discurso de odio o del ciberodio? Anímalos a que te cuenten.

Intenta iniciar una conversación abierta y escucha a tus hijos. Trata de comprender sus sentimientos. Muestra preocupación y tómate la situación en serio. Como adultos, debemos resolver el incidente y crear un entorno seguro, al tiempo que apoyamos psicológicamente a nuestros hijos. Juntos, pueden denunciar el incidente a las autoridades competentes y, si es necesario, buscar ayuda psicológica. Explica por qué el discurso de odio y el ciberodio no tienen lugar en las conversaciones justas, y deja que tus hijos se conviertan en modelos para los demás.

Fuente: SaferKidsOnline.com

 

Nos acompañan en este proyecto

SUSCRIBETE
AL NEWSLETTER
SUSCRIBETE
AL NEWSLETTER