Si está en Internet, debe ser cierto. ¿O no?

02 FEB 2024

Internet es un lugar tan vasto que es fácil perderse en él, especialmente para los niños. En la era de las noticias falsas y las herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT, donde se publica y comparte con un clic, incluso a los adultos nos cuesta navegar. La alfabetización digital representa un desafío para grandes y chicos. No obstante, es un poco más sencillo para los adultos. Por eso, como siempre, tenemos la responsabilidad de enseñarles a nuestros hijos a verificar la información online y crear un espacio cibernético más seguro.

Como prácticamente cualquier persona puede generar contenido online, resulta esencial corroborar lo que vemos y leemos. Ya ni siquiera las fotos o los videos constituyen una prueba. Hace poco, mucha gente fue víctima de una noticia falsa acerca de un supuesto terremoto en 2001. Sin embargo, todas las "pruebas" fueron generadas por inteligencia artificial. Las fotografías falsas parecían tan reales que muchos cayeron en la trampa. A primera vista, es muy fácil creer lo que vemos en Internet. No solo nos engaña a nosotros, sino también a las autoridades, sobre todo cuando se encuentran bajo presión. Estas noticias falsas, engaños y desinformación se propagan con la rapidez de un incendio. Son impactantes, sensacionalistas y su objetivo suele ser atraer la curiosidad de la víctima para que haga clic. La gente comparte estas noticias sin antes comprobar su veracidad. Entonces, ¿cómo verificamos la información online? ¿Y cómo podemos enseñarles a nuestros hijos a hacer lo mismo?

 

Anima a los niños a cuestionar lo que ven

Mantener la "guardia alta" es el primer paso para enseñarles a los niños a orientarse en el laberinto de Internet. No solo se trata de poder reconocer si la información es real o falsa, sino de darles la confianza para cuestionar lo que ven, agregando así otra capa a su alfabetización digital. No te limites a decirles que algo es falso; bríndales la oportunidad de descubrirlo por sí mismos.

Enséñales:

  1. Que las noticias falsas existen; es posible que ni siquiera sepan que este tipo de información circula por la red. Muéstrales ejemplos, como el que hemos mencionado antes. Explícales por qué alguien querría publicar algo así en Internet.
  2. Que el hecho de que aparezca como el primer resultado en Google no garantiza que sea de fiar. Los motores de búsqueda no ordenan las páginas en función de su fiabilidad.
  3. A leer más allá del título. A menudo, el título puede resultar engañoso, aunque el artículo o el video sean auténticos. Por eso no hay que limitarse al título, sino que hay que leer el artículo completo.
  4. A comprobar los hechos y corroborar las fuentes. Muéstrales sitios de verificación de hechos como com.
  5. A comprobar la URL. ¿Reconocen el nombre del sitio? ¿Con qué termina la URL? Anímalos a desconfiar, ya que algunos sitios intentan hacerse pasar por fuentes legítimas (especialmente aquellos que terminan en .co).
  6. A preguntarse: ¿Quién lo escribió? ¿A quién va dirigido? ¿Es un contenido de pago? ¿Tiene enlaces? ¿Cómo los hace sentir? ¿Hay errores tipográficos en el texto?
  7. La importancia de verificar información a través de múltiples fuentes para distinguir lo falso de lo real, y a asegurarse de que las fuentes adicionales son fiables.

Habla con ellos:

Es fundamental animar a los niños a crear hábitos saludables en Internet. Pero igual de importante es crear el hábito de pensar. No solo somos consumidores de contenido, sino que también lo creamos. Tenemos la capacidad de elegir lo que queremos compartir y lo que no. Asegúrate de hablar con tus hijos sobre el posible daño que pueden causar al publicar contenido perjudicial o inexacto online, principalmente en las redes sociales.

Convierte el tema de la desinformación, los engaños y las noticias falsas en un juego. Miren juntos documentales sobre cómo se difunden las noticias falsas y por qué son tan populares.

Fuente: SaferKidsOnline

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