¿Cómo identificar un uso excesivo de Internet en los chicos y las chicas?

06 NOV 2024

Junto con la psicóloga infantil Jarmila Tomková, hemos preparado algunas preguntas frecuentes y preocupaciones comunes de los padres con respecto al uso excesivo de Internet. Descubre por qué estos hábitos pueden ser problemáticos y aprende cómo abordarlos y mejorarlos.

1) ¿Cuántas horas de pantalla al día?

Pasar más de 5 horas al día frente a distintas pantallas puede tener varias consecuencias negativas para tu hijo/a, como fatiga visual, alteración del sueño y disminución de la actividad física. También puede contribuir a su aislamiento social y a un aumento de la ansiedad, en particular si pasa gran parte del tiempo frente a la pantalla en las redes sociales o jugando en línea.

¿Qué se puede hacer?

Como primer paso, invita a tu hijo/a a formar parte de tu equipo o alianza, donde ambos puedan expresar abiertamente sus inquietudes. Pregúntale cómo se siente, qué está haciendo en línea y qué beneficios le aporta. Explora lo que lo hace feliz y también lo que lo molesta. Expresa tus preocupaciones por él y ponlas en el contexto del tiempo que pasa en línea. Una vez que lleguen a un entendimiento mutuo, avanza para establecer límites claros sobre el tiempo que pasa frente a la pantalla y fomenta descansos regulares (como la regla 20-20-20 para la fatiga visual, que sugiere que cada 20 minutos, debe mirar algo a 20 pies de distancia durante al menos 20 segundos). Fomenta actividades alternativas como jugar al aire libre, leer o pasatiempos que no involucren pantallas. Crear zonas o momentos "libres de pantallas", como durante las comidas o antes de acostarse, también puede ayudar a establecer hábitos saludables.

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2) ¿Por qué mi hijo/a interrumpe tan a menudo las actividades familiares para utilizar pantallas?

Este tipo de comportamiento indica que el uso de la pantalla se está convirtiendo en una prioridad sobre sus interacciones en la vida real y los vínculos familiares. También podría sugerir que su estilo de vida digital no tiene límites claros y, en lugar de usar su smartphone de manera consciente, lo usan de manera obsesiva. Este comportamiento puede generar dificultades para mantener relaciones saludables, aumentar el aislamiento social y causar fricción dentro de la dinámica familiar. Sin embargo, la causalidad también podría ir en sentido inverso. ¿Es posible que esté escapando de situaciones familiares difíciles?

¿Qué se puede hacer?

Fomenta una comunicación abierta con tu hijo/a sobre la importancia de equilibrar el tiempo que pasa frente a la pantalla con interacciones significativas cara a cara. Intenta analizar la situación en el contexto más amplio de la familia. ¿Tienen un buen vínculo cuando pasan tiempo juntos sin conexión? ¿Se ha descuidado este vínculo recientemente debido al aumento de las actividades online de tu hijo? Si es así, habla de sus sentimientos. Pregúntale qué es lo que atrae su atención a Internet con tanta frecuencia. Si resulta que es el resultado de malos hábitos digitales, intenta acordar estrategias sobre cómo mejorarlos.

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3) Mi hijo/a suele mostrar signos de irritabilidad cuando no puede acceder a un dispositivo inteligente.

La irritabilidad o la frustración en esos momentos pueden ser un signo de dependencia o incluso signos tempranos de adicción a las pantallas. Trata de averiguar a qué es a lo que el niño es realmente adicto: notificaciones, mensajes o tal vez juegos en línea. Estos podrían indicar, por ejemplo, FOMO (miedo a perderse algo). ¿Tu hijo/a depende del tiempo que pasa frente a una pantalla para regular sus emociones? Esto podría interferir con su capacidad para manejar el aburrimiento, el estrés u otras emociones de manera saludable.

¿Qué se puede hacer?

Es importante introducir gradualmente mecanismos alternativos de afrontamiento, como pasatiempos, actividades físicas o salidas creativas, para ayudar a reducir la dependencia de las pantallas. Animar a tu hijo a participar en actividades regulares sin pantallas y garantizar rutinas constantes con tiempos definidos "sin pantallas" puede ayudarlo a desarrollar resiliencia y equilibrio emocional sin necesidad de distracciones digitales.

4) Mi hijo/a me oculta lo que hace y/o ve en las pantallas…

Si tu hijo intenta ocultar la pantalla, puede indicar culpa, vergüenza o conciencia de un comportamiento inapropiado, como pasar demasiado tiempo en línea o visitar sitios web inadecuados. O puede estar relacionado con algunas experiencias muy negativas, como el acoso cibernético o el acoso sexual.

¿Qué se puede hacer?

Es esencial fomentar un entorno de confianza al hablar sobre el tema de ocultar la pantalla abiertamente y sin juzgar. Además de las actividades que podrían causarle problemas, también puede estar luchando con algunas interacciones difíciles con sus compañeros que no sabe cómo manejar. Establecer reglas y expectativas claras sobre el tiempo frente a la pantalla y la actividad en Internet puede ayudar. Los controles parentales pueden ser útiles, pero es igualmente importante educarlo/la sobre por qué existen estos límites, fomentando la honestidad y la transparencia con respecto a su comportamiento en línea y fuera de línea. Asegúrate de que comprenda que no deseas castigarlo, que solo deseas comprenderlo mejor y asegurarte de que esté seguro y bien. También puedes brindar algunos ejemplos instructivos de situaciones con las que se enfrentan otros jóvenes y una variedad de buenos ejemplos sobre cómo resolver esas situaciones de manera segura y feliz.

5) Mi hijo/a está experimentando un descenso en su rendimiento escolar últimamente.

Una vez que el uso de pantallas interfiere con el tiempo de estudio o el sueño, puede contribuir a una disminución del rendimiento escolar. Cuando los niños priorizan las pantallas sobre la tarea o experimentan fatiga por el uso de pantallas a altas horas de la noche, su capacidad para concentrarse y tener un buen rendimiento escolar se ve afectada.

¿Qué se puede hacer?

Establece períodos de estudio estructurados sin pantallas y asegúrate de que tu hijo/a siga un horario de sueño constante. Anímalo a equilibrar el tiempo que pasa frente a las pantallas con actividades educativas y extracurriculares que promuevan la concentración y el crecimiento intelectual. Controlar el uso de pantallas y mantener conversaciones abiertas sobre la importancia de las tareas escolares puede ayudarlo a mantenerse encaminado.

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6) Mi hijo/a a menudo usa las pantallas para escapar de los problemas de la vida real o del estrés.

Cuando los niños/as recurren con frecuencia a las pantallas para escapar de problemas o estrés de la vida real, esto puede indicar que están aplicando mecanismos de afrontamiento de riesgos. El uso de las pantallas como distracción de problemas o conflictos emocionales puede impedirles desarrollar habilidades importantes para la resolución de problemas y la regulación emocional. Este hábito también puede conducir a una mayor dependencia de los dispositivos digitales para su comodidad.

¿Qué se puede hacer?

Alienta a tu hijo/a a expresar sus sentimientos y oriéntalo hacia estrategias más saludables, como la actividad física, la atención plena o pasatiempos creativos. Evita juzgarlo con dureza, ya que es posible que no haya estado expuesto a mejores métodos de canalización. Los niño/as suelen imitar las conductas de quienes los rodean, y recurrir a actividades online puede ser su versión de escape, similar a lo que hacen los adultos... Algunos niños incluso usan distracciones en línea para evitar conductas más dañinas. Nuestro objetivo debe ser reducir el estrés y los desafíos que enfrentan, para que no sientan la necesidad de escapar en primer lugar.

7) Mi hijo/a no realiza tanta actividad física en comparación con el tiempo que pasa frente a las pantallas.

Cuando el tiempo que pasa frente a una pantalla supera la actividad física, puede afectar negativamente la salud de tu hijo/a y contribuir a problemas como aumento de peso, mala postura y disminución de los niveles de energía. La actividad física es esencial para el desarrollo físico y mental, ya que ayuda a mejorar el estado de ánimo, la concentración y el bienestar general.

¿Qué se puede hacer?

Anima a tu hijo/a a participar en al menos 60 minutos de actividad física cada día, a través de actividades como deportes, juegos al aire libre o paseos en familia y ciclismo. Busca historias inspiradoras o modelos a seguir de adolescentes que promuevan estilos de vida saludables y equilibrados, incluidos los influencers que participan en el activismo del bienestar. Asegúrate de que estos ejemplos se alineen con los intereses de tu hijo/a y evita promover normas dañinas como la humillación corporal o el "culto al cuerpo", centrándose en cambio en el bienestar general y el disfrute.

8) Mi hijo/a desarrolló hábitos alimenticios poco saludables asociados con el uso de pantallas.

Comer bocadillos mientras se juega o se usan pantallas puede llevar a comer sin pensar y a elegir alimentos poco saludables. Esta conducta está relacionada con un mayor consumo de calorías, lo que puede contribuir al aumento de peso, a una mala digestión y a otros problemas de salud.

¿Qué se puede hacer?

Fomenta comidas y refrigerios sin pantallas, promoviendo hábitos de alimentación consciente en los que los niños se concentren en su comida. Ofrece opciones de refrigerios más saludables y establece reglas claras sobre cuándo y dónde se permite comer.

9) Mi hijo/a no tiene muchos amigos afuera de su vida en línea.

Tener amigos fuera del mundo virtual es esencial para desarrollar las habilidades sociales y la inteligencia emocional. Si un niño interactúa principalmente en línea y tiene pocos amigos fuera de ello, puede perderse interacciones sociales cara a cara y experiencias importantes que contribuyen a su bienestar general.

¿Qué se puede hacer?

Alienta a tu hijo/a a participar en actividades que promuevan las interacciones sociales en el mundo real, como unirse a clubes, equipos deportivos o grupos comunitarios. Crea oportunidades para que conozca a compañeros en entornos no digitales y apoya su participación en pasatiempos e intereses fuera de línea. Interésate en cómo llegó a establecer menos conexiones fuera de línea. ¿Necesita ayuda para desarrollar coraje o alguna otra habilidad? Puede ser difícil atravesar la vida con solo un pequeño sentimiento de pertenencia. No es de extrañar que intenten obtener cierta aceptación y pertenencia al menos en línea. Y al menos eso tienen. Ayuda a tu hijo/a a encontrar su fortaleza social o un lugar seguro para ayudarlo a desarrollarla, como cooperar con un psicoterapeuta, una terapia de grupo para adolescentes o la comunidad. Lo más importante es estar allí para ellos mientras pasan por las dificultades..

El uso excesivo de Internet está relacionado con muchos otros problemas, como el miedo a perderse algo (FOMO), las redes sociales, el acoso cibernético o los juegos en línea. Mantente informado sobre estos temas para poder ayudar a tus hijos/as con sus problemas. Incluso si tu hijo/a no muestra ningún signo de uso excesivo de Internet, debes hablar de estos temas con él y señalarle los posibles riesgos y sus consecuencias. Céntrate siempre en una comunicación abierta y respetuosa y en crear un entorno seguro para tu hijo/a.

Fuente: SaferKidsOnline.com

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